JUAN ÁBOLI
¿Qué edad tenías cuando te diste cuenta que querías ser artista?
En realidad puedo decir que nací siendo artista ya que empecé a pintar óleo a los cinco años, es algo que me salía hacer de una forma natural y que me apasionaba hasta el punto de madrugar para poder pintar antes de ir al colegio.
Para mi era un placer pintar me parecía mágico.
Mi madre viendo que mostraba talento me apuntaba a varios concursos de pintura, lo cual agradezco ya que me sirvió para adquirir seguridad, soltura y valentía.
Empezando tan niño ¿Cómo fue tu trayectoria, tu evolución como artista?
Me recuerdo de niño sintiendo como si no perteneciera a esa época, como si yo tuviera un mundo paralelo mucho mas abierto de mente mas moderno. Mi padre me traía las revistas LIFE, PARIS MATCH, JOURS DE FRANCE y yo disfrutaba tanto viendo esas fotos, esas vidas. Creo que esto me inspiro muchísimo en mi trayectoria artística y me dio ese empuje para dedicarme a diversas áreas del arte. Antes de meterme en el mundo del aerógrafo empecé a trabajar haciendo escaparates, forillos para películas y como fotógrafo de modelos y artistas a los cuales en muchas ocasiones maquillaba yo mismo.
He aplicado el arte en todo lo que he hecho en mi vida, no lo concibo de otra forma y esto me ha hecho aprender muchísimo y ahí sigo, en el aprendizaje.
Eres un artista versátil ¿Con qué deberíamos asociar la firma Aboli ¿Con el aerógrafo o con el óleo?
No es que me considere versátil, simplemente soy artista, y para mi esto significa ser libre y sin limite alguno.
El aerógrafo marcó un antes y un después en mi carrera. Mi objetivo con el aerógrafo fue desde el principio darle vida, calidez, exquisitez a mis ilustraciones. Es una técnica que requiere mucha valentía y maestría ya que no admite correcciones. El resultado es mágico, mis ultimas ilustraciones fueron la colección de retratos que llamo `Renacimiento´ con la que quise culminar mi etapa con el aerógrafo de la forma que mas me satisficiera.
Contestando a la pregunta creo que al haberme dedicado tantos años a la publicidad con la mayoría de las ilustraciones y campañas firmadas por mi, diría que Aboli se asocia mas al aerógrafo.
Observando tu pintura al óleo se aprecia mucha diversidad y en varias líneas la influencia del aerógrafo…
Sí totalmente. Los espacios infinitos, esa textura difuminada mezclando sutilmente los colores es algo que siempre quise conseguir con el óleo. Era un reto para mi, que puedo decir conseguí imitar con el óleo. En mis creaciones no concibo sentirme limitado, lucho hasta conseguir plasmar en mi creación lo que tengo en mente. Esto es lo que me apasiona de la pintura, que uno no deja de aprender.
Es cierto que soy un pintor con muchas líneas diferentes, esto se debe a que me siento muy libre y siempre me ha gustado investigar y retarme a mi mismo buscando temas y técnicas diferentes.
¿Qué has querido mostrar con la colección de pintura sobre Las Meninas?
Mi propósito no ha sido mostrar algo en concreto. Ha sido mas bien un deleite personal. Mi gran admiración por Velázquez y su técnica pictórica mezclado con una inspiración que me vino de pronto, que fue sentirme dentro de esa sala con todos los personajes en movimiento con vida, fue lo que me hizo atreverme a hacer esta colección.
Reconozco que mientras estaba inmerso en la ejecución de este proyecto, sentí que me había metido en una aventura tan difícil que o le echaba valentía o no saldría como lo tenia en mente. Fue realmente intenso y apasionante.
¿Cómo ves el futuro del arte?
Es difícil ver el futuro no solo del arte sino de todo en general ya que estamos viviendo una época de grandes cambios y a velocidad trepidante. Lo que sí tengo claro es que el arte es el alimento del alma y por lo tanto como seres humanos que somos, es una necesidad más como el comer. La música, la pintura, las artes escénicas y cinematográficas, todo lo que es arte es tan maravilloso en nuestras vidas, nos hacen sentir tantas emociones. Esto me da cierta tranquilidad, saber que aunque se tiende a deshumanizar el mundo, a hacernos medio androides controlados en todo momento, nuestras almas alimentadas por el arte no podrán ser dominadas.